Algunos profesores parecen no haberse enterado que estamos en el siglo XXI y que nuestros alumnos están expuestos a innumerables estímulos; tantos que no les permiten mantener su atención, ni en las explicaciones del profesor, ni en nada.
Se siguen utilizando las clases magistrales y exigiendo la atención del alumnado, como si su simple discurso bastara para captarla. Se quejan de la falta de interés de los alumnos y no se les permite expresar la más mínima creatividad si no está dirigida hacia los deberes y el estudio. Además, las TIC que utilizan se limitan a las presentaciones que sustituyen a sus antiguas transparencias.
Y luego nos dicen que si estamos en el vagón de cola de la educación europea es por culpa de la falta de interés de los alumnos y por la ausencia de una cultura del esfuerzo. ¿Es este el tipo de enseñanza que queremos?